En busca de sombras pigmaliónicas



Una de las grandes facultades del hombre es el poder de la creación. Esto le ha permitido crear la más amplia variedad de cosas para su regocijo y orgullo. Al mismo tiempo que su Yo es alimentado con el reconocimiento que recibe de los demás. Y sus deseos de mostrarse omnisciente y omnipotente quedan pasmados en la obra creada.


1 comentario:

Anónimo dijo...
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