¿Hablas globish? Probablemente sí, incluso si no lo sabías

El intento quijotesco de un francés para construir un imperio basado en un dialecto global llamado “inglés liviano”

LYNDA HURST

http://www.thestar.com/article/598048

Traducción de Nelson Méndez

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¿Hablas globish? ¿No?

Piénsalo de nuevo: Si tu inglés es limitado, pero sabes lo suficiente para los negocios, tú y tus contactos alrededor del mundo ya lo hablan, casi seguramente sin darse cuenta.

No temas, el globish no es otro esperanto. Es un tipo de inglés simplificado que hablantes no nativos de distintos países usan entre sí para vencer barreras lingüísticas. El inglés liviano, como se le ha llamado, se ha convertido en el dialecto global de la aldea global, es hablado y utilizado diariamente por múltiples millones de personas que no podrían comunicarse entre sí de ninguna otra manera.

“El inglés ya no le pertenece a los anglófonos”, dice Jean-Paul Nerrière, el hombre que acuñó el término. “Ahora le pertenece a la gente de Singapur, Ulan Bator, Montevideo, Beijing y otros lugares”.

¿Diciendo lo obvio? Sí. Pero la situación no es tan simple.

Cuando el inglés usado por una persona en un país, digamos Venezuela, no se equipara con la versión usada por sus contrapartes en Copenhague o Kuala Lampur, corren el riesgo de costosas confusiones y errores. Como lo dice Narrière: “Si pierdes un contrato ante un rival marroquí porque hablas un inglés que nadie más que otros anglófonos entiende, entonces estás en problemas”.

Voilà, la decisión de Narrière de redactar las reglas de uso, de manera que todo el mundo en todas partes esté en la misma página del globish. Debido al desdeño que la mayoría de los franceses le tienen hoy al dominio del inglés en todo, desde los negocios al turismo, es irónico que sea un francés quien esté tratando de sistematizar una versión “descafeinada”. Pero Nerrière insiste que el aumento del globish es estrictamente utilitario y no un triunfo cultural sobre el inglés.

La historia empezó hace 20 años, cuando Nerrière era vicepresidente de mercadeo internacional de IBM en los Estados Unidos. En conferencias con colegas de alrededor del mundo, notó que las conversaciones de negocios siempre se daban en una forma de inglés distorsionado. Él, como francés, podía hablarle a un coreano o a un brasileño y entenderse entre sí. Los británicos y americanos, mientras tanto, estaban sentados unos junto a los otros. Su inglés era muy delicado o complicado para que los otros lo pudieran entender.

Nerrière concluyó que un nuevo tipo de inglés estaba evolucionando, un inglés usado por las personas como medio para un fin, más que como una segunda lengua. A la cual él llamó globish o Global English (inglés global).

Entre más examinaba el fenómeno, más se daba cuenta que era eso, no el rico y complejo inglés en su totalidad, que se estaba convirtiendo la verdadera lengua franca del planeta.

Nerrière siempre había estado fascinado por la historia del inglés, cuando se jubiló a finales de los 90s, decidió crear un diccionario. Mientras que el inglés tiene alrededor de 680.000 palabras, según el Oxford English Dictionary, Narrière sólo escogió las 1500 palabras que él creyó en verdad necesarias.

La mayoría puede ser combinado o modificado – care se convierte en careful, caring, careless y así sucesivamente (cuidado, cuidadoso, cariñoso, sin cuidado), - lo que produce en realidad 5.000 palabras. Sólo se utilizan seis tiempos verbales, no la docena o más que utilizan rutinariamente los hablantes nativos.

En el 2004, Nerrière publicó No hable inglés, hable globish, y un año después un manual llamado Descubra el globish, traducidos del original francés al coreano, italiano y español, aunque todavía no al inglés.

A diferencia del inglés “apropiado”, que toma años para aprenderse (“toda una vida”, insiste Nerrière), el globish se aprende en seis meses porque “no es una lengua”, dice él en un inglés con mucho acento desde su casa en Provence. “Nunca tendrá una literatura, ni es la idea”.

El globish no se trata de culturas o valores, sino de un instrumento práctico y de comunicación eficiente: “Es una herramienta sencilla, por lo que sólo se necesita una inversión limitada para dominarlo. Puede que no sea todo el tiempo elegante, pero sirve para sus própositos”.

Una palabra como siblings (hermanos), no pudo superar el corte en el diccionario. En globish, podrías decir (más bien pesadamente) “los otros hijos de mi papá y mi mamá”. Chat (chatear) se convierte en “hablar casualmente con alguien”, Kitchen (cocina) “ el cuarto donde cocinas comida”.

En vez de escribir que el globish es la pasarela a la comunicación global. “sería más bien que el globish te ayuda a hablar con personas de otros países”. Los dos son correctos, pero el globish es más fácil para entender para alguien que no tenga el inglés como lengua materna.

Nerrière se dio cuenta incluso que para mayor efectividad, el globish requería de una codificación, un conjunto de reglas para hacerlo consistente en todas las partes del mundo.

Esencialmente, usa la gramática del inglés estándar. Pero recomienda a los hablantes de globish conversar y escribir con oraciones cortas y evitar el humor, las metáforas, las abreviaturas, las expresiones idiomáticas y los clichés, pues pueden causar problemas de comprensión intercultural. Y “como la comunicación no es sólo lenguaje hablado”, Nerrière dice que también se deben usar gestos de la mano, lenguaje corporal y expresiones faciales cuando se habla con una persona o se hace una exposición.

El consejo también es válido para los hablantes nativos del inglés, así lo recalca el cambiable Nerrière.

“La carga la tiene la persona que está llevando a cabo la comunicación, que podría llegar como una noticia a muchos anglos. Pero en estos días, deben evaluar el inglés de quienes les hablan, bien en Dinamarca, Tokio o Estambul y adaptar su propio uso del idioma".

El globish no es la primera puñalada a un empequeñecido inglés. En los 30, dos ingleses crearon un inglés básico de 850 palabras para ser usado en el imperio británico. El problema era que no tenía verbos. Nunca despegó.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, el auge de un “inglés mundial” ha sido inevitable, dice Jack Chambers, lingüista de la Universidad de Toronto. Anotar ese hecho es apenas original, “pero si Nerrière está codificando formalmente el globish, éste ganará estatus. Es algo novedoso y muy interesante”.

Chambers dice que los antiguos romanos hablaron latín durante unos 500 años antes que se escribiera la primera gramática (un conjunto de reglas de 25 volúmenes) en el año 43 a.C. Ese hecho cambió la forma en que se usaba el idioma. El inglés se utilizaba mucho antes que Samuel Johnson formalizara su léxico en 1755 con el primer diccionario inglés.

El concepto de Nerrière comienza ahora a expandirse. Quiere vincular cursos sencillos de globish en línea con un proyecto estadounidense llamado Una computadora por niño, que busca poner una computadora en las manos de los niños más pobres del mundo. ¿Por qué no podrían aprender inglés básico al mismo tiempo, se pregunta Nerrière?

La compañía Globish Solutions Inc., el recién creado brazo de negocios, tiene oficinas en París, Vancouver, Seattle, y pronto se espera que abra una en Hong Kong. Entre los planes que hay, existe la posibilidad de crear un Instituto internacional de globish con centros en varias universidades, entre las que incluye Beijing. Se puede predecir que China es un gran mercado que se tiene en la mira.

El prototipo de un curso interactivo de aprendizaje de 26 semanas de “globish en globish”, para el momento en pruebas, estará disponible en línea esta primavera. (Toda la enseñanza se hace a través de Internet, no en salones de clases). El curso comienza con 350 palabras, y con 44 nuevas palabras agregadas cada semana.

El suizo germano Christian Jud, director ejecutivo de la empresa en Vancouver, junto con un veterano de IBM están desarrollando un curso por celular para los inmigrantes hispanos de América del Norte. Christian dice que el globish ya se está enseñando en una universidad en Corea del Sur y en la compañía consultora multinacional Capgemini en París.

También hay conversaciones con el gobierno hindú. “En la India, solamente la élite habla inglés, pero hay 180 mil personas en la industria al detal que hablan todos diferentes dialectos”, dice Jud. Por lo que desarrollaremos para ellos un curso centrado en la industria de las ventas al detal.

Cuando se sugiere que el globish no es un nombre particularmente atractivo para el oído de los anglos, Jud solamente se ríe. “No nos importa lo que los anglos piensen. Pueden decir ‘oh, toda esa idea es basura’. “Sabemos que no lo es.”

1 comentario:

A. Torres dijo...

Muy buen post... saludos